lunes, 1 de junio de 2009


DERECHOS ANIMALES 

PERROS 

TENENCIA RESPONSABLE

 PARTE I

Los perros son seres de la naturaleza. Vivir una vida determinada por humanos, a pesar de que esa asociación data desde hace miles de años, no deja de ser una vida artificial.

Al igual que lo que ocurre para todo el resto de los animales, humanos incluidos, los recién nacidos y los cachorros aprenden todo lo necesario para ser individuos de esa especie, y no de otra, de su madre. Por ello, es indispensable no retirar a los cachorros de la cercanía materna antes de las 9 semanas de vida.

Ahora bien, muy a menudo esa misma madre no sabe hacer algo tan elemental como cazar y no puede transmitírselo a sus hijos los que, si llegaren a ser abandonados, morirían de hambre y de sed o, igualmente terrible, de comida inadecuada y de agua contaminada. Si esa madre ha estado entre humanos, el olor de éstos también será olido por los cachorros, los que, ya desde el momento mismo del nacimiento, ya sabrán que hay unos ‘perros altos’ que los dominarán, algunos con responsabilidad; otros, con desidia; otros, con crueldad.

Para educar a un perro, hay que saber cómo respondería madre-perra ante cada situación. La educación de un perro no es para sentirse satisfecho con poder ejercer una dominación sobre un ‘inferior’. La educación de un perro es para que éste sea feliz. Salvo unos pocos que nacen para ser jefes de manada, los otros aceptan la jefatura humana porque no tener que tomar decisiones vitales (por ejemplo, salir a buscar comida y refugio contra frío y calor) les causa tranquilidad, ésta les brinda seguridad, y ésta les proporciona felicidad.

Una acción responsable al tomar la decisión de tener un perro es saber que es para TODA la vida. Que la vida de ambas especies va a sufrir modificaciones y, si se hace bien, va a traer mucha felicidad. Si va a traer un perro a su vida para que se quede solo más de cuatro horas diarias, para que lo pasee otra persona, para que no lo moleste fines de semana y vacaciones, si no va a hacer nada para ‘conectar’ con él pero sí le va a pedir que le interprete cada uno de sus movimientos, si va a darle comida artificial y asquerosa… entonces, cómprese un perro de peluche o de porcelana.

POR ÚLTIMO: 

LOS PERROS NO SE COMPRAN. SE ADOPTAN.

Gracia Fontell, creadora del concepto Sietepatas.

Naturópata veterinaria

Profesora y Doctora en etología y nutrición

sietepatas@hotmail.com

 

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